Si
no tuviésemos “algo” de espiritual, cómo podríamos tener
aunque
fuera una incipiente comprensión de ello”
Por lo
general, las personas nos hemos preocupado o nos hemos sentido cuestionados por
nosotros mismos, por los demás, por el universo y por la existencia de Dios,
hemos escuchado muchas teorías y muchas posibles soluciones a nuestros enigmas
sin voltear la mirada a nuestra propia luz interna, la FE entonces se posiciona como esa “brújula” que
nos guiara en el viaje hacia nuestro propio descubrimiento y hacia el
descubrimiento de lo absoluto.
La FE por
NO pertenecer al campo burdo y sutil material dista de ser una creencia, idea,
pensamiento o convicción. La FE es el único condicionamiento real del ser
espiritual; es decir, la FE pertenece absolutamente al campo de la
trascendencia; por ello la FE puede ser concebida como la vislumbre que le
permite a la persona, a través de la conciencia, percibirse y reconocer su
genuina naturaleza.
La FE es el
urgido llamado de la consciencia del ser a develar su ontica espiritual; por
ello, nuestros procesoslógicos realizados a través de procesos cognitivos no
logran escudriñar o extraer completamente el “Modus
Operandi” de la FE;
solo el ser puede dar testimonio de su vivencia de FE a “posteriori” y aun así
tal vivencia debe ser concebida por si
misma desde una lógica NO cartesiana.
El concepto
FE, por su génesis espiritual es dispendioso de operacionalizar; sin embargo se
intentara hacer una diferenciación general con uno de los conceptos con los cuales equivocadamente se le define
comúnmente, la convicción. A continuación a modo de cuadro comparativo se
presentan algunas de las divergencias: